Un espacio personal de reflexión sobre la Historia y otras curiosidades.

viernes, 21 de diciembre de 2012

El origen de la Iglesia Anglicana.

En los últimos días se ha podido leer en prensa como la Iglesia Anglicana sopesaba la opción de que las mujeres pudieran ordenarse como obispos. Cabe señalar que el anglicanismo reconoce desde 1992 el derecho de la mujer a ejercer el sacerdocio y lo que se pretendía con esto era dar un paso más y alcanzar la igualdad entre el hombre y la mujer dentro de la Iglesia de Inglaterra. Pero como ustedes, queridos lectores, pueden suponer, no voy abrir aquí un debate ideológico o dogmático sobre éste o cualquier otro credo, aunque dejando claro, eso si, que la igualdad entre iguales, y hombres y mujeres los somos, debe estar presente en todos los ámbitos de la vida, y porqué no en el religioso. De todas formas, insisto, no pretendo que este blog sea un foro de discusión sobre cuestiones religiosas por lo que derivaré el asunto hacia mi terreno, la Historia, donde me manejo infinitamente mejor que en ámbitos metafísicos. Pues bien, supongo que muchos de ustedes se preguntarán cual es el origen de este credo cristiano. Para responder a esta pregunta tenemos que remontarnos al primer tercio del siglo dieciséis, periodo convulso para la Iglesia Católica, pues en él se enmarca todo el movimiento protestante que provocó la ruptura de la cristiandad europea.
Lutero, hastiado de los desmanes de la Iglesia Católica, inicia la Reforma Protestante con la publicación en la iglesia de Wittenberg de sus Noventa y cinco Tesis.

Enrique VIII, de la dinastía Tudor.
En estos momentos gobierna en Inglaterra Enrique VIII (1509-1547) quien en un principio se muestra como un ferviente defensor de la fe católica, lo que le vale el título de "Defensor Fidei", otorgado por el Papa León X.
Pero todo va a cambiar a partir de 1525, momento en que el emperador Carlos V derrota a Francisco I de Francia en Pavía, lo que provoca una ruptura en el equilibrio de fuerzas continental a favor de España. Enrique pretende entonces un acercamiento hacia Francia e idea, junto a su asesor Wolsey, un plan matrimonial que lo una al país galo. Pero en todo este movimiento político y diplomático hay un gran escollo que Enrique debe superar, y es que está casado con una princesa española, Catalina de Aragón, para más inri, tía del emperador Carlos. Con Catalina sólo había tenido una hija (María Tudor) pero no herederos varones, motivo por el que solicita al Papado la anulación de su matrimonio. Pero el Papa, influenciado sin duda por Carlos V, se lo niega, motivo que esgrimirá el inglés para romper con Roma.
Hay que decir que Enrique VIII se valió además de otras cuestiones para reforzar esta ruptura y es que recibe el apoyo de gran parte del clero secular inglés, muy descontento debido a la alta fiscalidad que imponía el Papado y al creciente poder que iban tomando las órdenes religiosas. Por todo ello, en 1531, Enrique VIII rompe con Roma y se declara cabeza de la Iglesia de Inglaterra.
En 1533 Thomas Cranmer, Arzobispo de Canterbury y por extensión primado de la Iglesia Anglicana, anula el primer matrimonio de Enrique VIII y corona reina a Ana Bolena, quien morirá ajusticiada años más tarde (1536) acusada de adulterio y traición.
En 1534, el Parlamento inglés promulga la denominada Acta de Supremacía, donde se reconoce a la iglesia estatal anglicana y al rey como su máximo representante. Por supuesto todo esto provocará la excomunión del monarca, decretado por el Papa Clemente VII.
Enrique VIII iniciará a partir de este momento, aconsejado por Thomas Cronwell, una dura represión contra los católicos a los que acusa de traidores. Aquí se sitúa la condena a muerte del humanista Tomás Moro ("Utopía"), canciller del monarca, pero que se niega a aceptar el divorcio con Catalina de Aragón y a firmar el Acta de Supremacía.
Hay que decir que durante el resto del reinado de Enrique VIII los dogmas de la nueva Iglesia Anglicana son los mismos que los de la fe católica ( gracias al "Estatuto de los seis artículos" ), pero tras su muerte y la subida al trono de su hijo Eduardo VI (1547-1553), quien sólo contaba con nueve años, será Thomas Cranmer quien inicie la verdadera reforma de la Iglesia de Inglaterra, acercándose a las corrientes protestantes del momento, sobre todo del Calvinismo.
María Tudor, reina de Inglaterra.
En 1553 accede al trono María Tudor, quien iniciará una reacción católica, persiguiendo a anglicanos y ejecutando a Cranmer. Su sucesora, Isabel I (1558-1603), hija nacida del matrimonio de Enrique con Ana Bolena, restablecerá definitivamente el culto anglicano, quedando ratificado mediante el Juramento de Supremacía y el Acta de Uniformidad de 1559.
Consecuencias económicas importantes se derivarán de todo esto proceso. El estado inglés procederá a la supresión de las órdenes monacales y la incautación de todos sus bienes, los cuales serán subastados entre la nobleza y la burguesía inglesa, lo que constituirá la base de la riqueza inglesa de los siglos posteriores.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Un blog bastante decente. Enhorabuena por su trabajo.