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lunes, 13 de noviembre de 2017

La política exterior borbónica: los Pactos de Familia.

La llegada de Felipe de Anjou al trono español en 1700 tuvo importantes consecuencias.
Felipe V de España.
Desde el punto de vista territorial, el entronamiento del francés supuso la pérdida para España de sus territorios europeos. En virtud del tratado de Utrecht (1713) España se vio obligada a entregar Sicilia a Saboya  y los Paises Bajos, Milán, Nápoles y Cerdeña, pasan al emperador Carlos de Austria. Gibraltar y Menorca, puntos estratégicos en la navegación mediterránea, serán para Inglaterra, verdadera vencedora del conflicto sucesorio hispano.
En el plano económico Inglaterra volvió a ser la verdadera beneficiada. Recibe el "asiento de negros", es decir, el monopolio para introducir esclavos negros africanos en las colonias españolas de América y el "navío de permiso", autorización para comerciar con los puertos americanos españoles con un navío anual de quinientas toneladas.

Reparto de las posesiones españolas en Europa tras el tratado de Utrecht (1713).

El nieto del Rey Sol, el quinto de los felipes españoles, intentará recuperar algunos de los territorios italianos perdidos. Isabel de Farnesio, segunda esposa del monarca, en su afán por encontrar tronos para sus vástagos (la herencia hispánica pasaría a los hijos del primer matrimonio de Felipe con María Luisa de Saboya) presionó al monarca, acabando todo en un rotundo fracaso. El poderío militar de España estaba lejos de aquellos años en los que los tercios españoles se paseaban por Europa.
Por ello, Felipe V (1700-1746) va a iniciar un acercamiento a Francia, lo que fraguará en los llamados Pactos de Familia. Fueron tratados de ayuda militar mutua que suponían un nuevo enfoque en la política exterior borbónica.
El primero de estos pactos se firmó entre Felipe V y Luis XV de Francia en el Escorial (1733). España se obligaba a participar en la guerra de sucesión de Polonia (1733-1738) donde el rey francés tenía intereses, pues estaba casado con una princesa polaca. Al otro lado se alinean los imperios austriaco y ruso. Francia defendió el acceso al trono de Estanislao I, suegro de Luis XV, y el Imperio austriaco a Augusto III, elector de Sajonia.
Parte de los enfrentamientos se centraron en Italia donde España logra recuperar Nápoles y Sicilia, el Reino de las Dos Sicilias, territorios que serán entregados al infante Carlos, hijo de Isabel de Farnesio, el futuro Carlos III de España.
El conflicto finalizó con el Tratado de Viena y permitió el acceso al trono polaco de Augusto III.

El Segundo Pacto de Familia se firma en Fontainebleau (1743) entre los mismos monarcas. España se comprometía a apoyar a Francia en la Guerra de Sucesión austriaca (1741-1748) y en la que se dirimía si el trono recaería definitivamente en María Teresa de Austria o en Carlos Alberto de Baviera, a quien apoyan los galos.
La guerra acabó con la Paz de Aquisgrán en 1748, donde se reconoce a María Teresa como legítima reina de Austria. España obtuvo el Ducado de Parma, que es entregado al segundo hijo de Isabel de Farnesio y Felipe V, el infante Felipe.

El Tercer Pacto de Familia se firma en París por Luís XV de Francia y Carlos III (1761). Supondrá la entrada de España en la guerra de los Siete Años (1756-1763). Carlos III reanuda de esta forma las alianzas  políticas con Francia tras el paréntesis pacifista de su hermanastro Fernando VI (1746-1759).
La guerra, que finaliza con el Tratado de París (1763), permite obtener a España La Luisiana, aunque tiene que ceder la Florida a Inglaterra y la colonia del Sacramento a Portugal.
 En 1769 se renueva este tercer pacto en virtud del Tratado de Aranjuez. España entrará de lleno en la Guerra de Independencia Americana (1776-1783) en favor de las Treces Colonias y en contra de Inglaterra. La derrota inglesa permitirá a España recuperar Menorca y Florida.

En 1789 La Revolución Francesa puso fin a la política de alianzas familiares entre ambos paises, aunque los acuerdos bilaterales se reanudarán con el Tratado de San Ildefonso en 1796 entre Carlos IV y la República Francesa, un acuerdo ideado contra Inglaterra en el contexto de las guerras napoleónicas.

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